viernes, 21 de octubre de 2016

LA POSTMODERNA "RADICALIDAD"


Lo “radical” ha quedado reducido al ámbito de lo “político”, sin más. A todos los anarquistas se les presupone violentos y se les llama “radicales”, a diferencia de los futboleros trastornados, xenófobos y violentos, que indistintamente son llamados radicales o ultras.

En principio, todas las palabras son prepolíticas, por sí mismas expresan un significado que es previo a toda interpretación ideológica. Así, sin necesidad de ningún diccionario ilustrado, sabemos que “paraguas” es un artilugio que sirve para desviar el agua que cae del cielo, evitando que nos empapemos. Ningún paraguas, de momento, está politizado. Así, “radical” debería ser algo “referido a la raíz” de la cosa tratada, según el contexto de cada conversación, lo que incluye, sí, un posible contexto político entre otros muchos cientos de asuntos que nos entretienen a los humanos.
Esta manipulación interesada del lenguaje es un síntoma de la última fase de la modernidad, la postmodernidad. La modernidad está en sus últimas y los postmodernos no saben que ellos son esa fase final. No saben que estamos inaugurando una nueva época “radical”, una nueva cosmovisión del mundo caracterizada por la vuelta a los principios, al origen, a la raíz. Los postmodernos aún continúan fieles a la razón moderna, su idea fragmentada y reduccionista del mundo es heredera de los modernos Kant y Descartes, su “post” no es más que un pegote meramente cronológico, carente de contenido.

martes, 4 de octubre de 2016

¿OMNIA SUNT COMMUNIA?



Reconozco una buena intención en este movimiento pero, una vez más, advierto una estrategia errónea tras unos principios sólo aparentemente bien planteados. Pienso que este movimiento está condenado a su irrelevancia histórica, porque carece de una formulación nítida de los principios en los que se fundamenta. No declara los bienes de la Tierra y del Conocimiento humano como procomún universal. No identifica las causas de la expropiación histórica de los bienes comunes a cargo del sistema estatal-capitalista dominante. No cuestionando sus raíces, escamotea sus consecuencias: el orden totalitario que se asienta sobre la alianza entre los Estados y el Mercado. Y olvida las consecuencias derivadas: la apropiación privada o corporativa ( delictiva en todo caso) de la Tierra y del Conocimiento, como de sus bienes derivados; el trabajo esclavo y asalariado que anula las cualidades esenciales de la individualidad, propiciando la competencia fratricida, impidiendo el surgimiento de vida comunitaria; la imposibilidad de la pacificación mundial en convivencialidad y democracia; la imposibilidad a largo plazo (cada vez más corto) de la reproducción y mantenimiento de la vida. 

domingo, 25 de septiembre de 2016

RUTA POR LAS PEÑAS ALBILLAS (ALTOS DE MUDÁ Y MONASTERIO)




 Acabo de editar la última ruta de mis Cuadernos de Caminería. Es un itinerario circular por las Peñas Albillas, que son los altos de Mudá y Monasterio, en torno al paraje donde se sitúa el castro cántabro con el mismo nombre de estas peñas.

Este cuaderno se puede descargar en este enlace: 




RUTA POR LAS PEÑAS ALBILLAS (ALTOS DE MUDÁ Y MONASTERIO)




 Acabo de editar la última ruta de mis Cuadernos de Caminería. Es un itinerario circular por las Peñas Albillas, que son los altos de Mudá y Monasterio, en torno al paraje donde se sitúa el castro cántabro con el mismo nombre de estas peñas.

Este cuaderno se puede descargar en el siguiente enlace: 




viernes, 23 de septiembre de 2016

DE LAS TRISTES PASIONES A LA REVOLUCIÓN ALEGRE Y POSITIVA




Somos una especie que evoluciona, que se adapta a la situación, ahora somos la especie “homo económicus/facebook”, somos producto del momento histórico, de la época postmoderna en la que vivimos, una época de la humanidad caracterizada por un clima de confusión generalizada y por la desorientación consiguiente. Con cierta frivolidad, aplicamos el calificativo de “crisis” a esta situación en la que nos sentimos atrapados en un momento de la Historia que presentimos finalizada;  y aún así, seguimos hablando de “crisis”, como si creyésemos que se trata de una situación transitoria. Vivimos con la falsa ilusión de que la Tecnología nos salvará en ´ultima instancia y en el último momento, al igual que lo hicimos en otras épocas con similar ilusión redentora a la que entonces llamábamos “Dios”. Pero es evidente que ahora lo hacemos con mucho menor convencimiento, sólo para ir tirando, con la esperanza desesperada de que Ésto  (la crisis) pase cuanto antes, por eso lo seguimos llamando “crisis”, cuando la verdad es que  vivimos acongojados por la intuición y el presentimiento  de que “Ésto no tiene arreglo”. Ese presentimiento es constitutivo de la época que a su vez nos constituye, es “su” normalidad, la normalidad postmoderna.

martes, 20 de septiembre de 2016

LA RAZÓN RURAL CONTRA LA CIUDADANISTA RAZÓN DEL ESTADO


El mundo es habitado por individuos humanos que, desde la remota antigüedad, vienen asociando sus vidas  en un espacio físico-territorial concreto, determinado por la existencia de los recursos necesarios al sostenimiento y reproducción de sus vidas,  generando con ello una compleja red de relaciones sociales entre los individuos que habitan un mismo territorio y entre los individuos y comunidades de otros territorios.
Desde el primitivo hábitat de las cuevas, hasta las megápolis contemporáneas, los individuos han buscado habitar el territorio en asociación con otros individuos, desde la más simple asociación por razón de parentesco, hasta la más compleja evolución de la tribu, que conduce hasta la fundación de la primera urbe conocida, en la antigua Mesopotamia, hace más de diez mil años.