jueves, 30 de agosto de 2012

DEMOCRACIA, MUNICIPIOS Y PEDANÍAS

La Junta de CyL impulsa el plan de extinción definitiva del mundo rural

A Esteban Vega, en respuesta a su artículo “Pedanías y municipios”, publicado en el último número del periódico Carrión (1ª quincena de septiembre).

En el artículo de referencia, Esteban abunda en su argumentario habitual acerca de la despoblación y decadencia del medio rural, al tiempo que arremete contra la reordenación del territorio que el gobierno del PP se dispone a perpetrar en Castilla y León como en toda España y, en especial, arremete contra la desaparición de las entidades locales menores, que es la parte de dicho plan que ha causado más polémica en esta región. Sigo con cierta frecuencia sus artículos en el Carrión, en los que aprecio su esfuerzo en la defensa de los valores de la vida rural y, en especial, de la vida en los pequeños pueblos donde ambos vivimos, él en la comarca de la Valdavia y yo en la de la Montaña Palentina. Coincidimos en la oposición a dicho plan, pero por razones bien distintas que trataré de explicar, si bien, adelanto que estoy muy cansado del tipo de discurso que él emplea, estancado en una machacona descripción de la obvia situación de declive de “lo rural”, quedándose en lo que a mí me parece una alternativa estéril, obcecada en el lamento y en la nostalgia de un mundo que ya no existe. 

martes, 28 de agosto de 2012

LO QUE SOBRA ES EL TRABAJO (ASALARIADO)



Le oigo decir a mucha gente “¿a mí qué me importa la politica? …¡yo lo que quiero es trabajo!” Y es normal que así piensen, porque el trabajo es el único recurso para sobrevivir que tenemos la mayoría de la gente, y cuando nos falta vemos desesperados cómo toda nuestra vida se tambalea.
El caso es que podríamos aprovechar la situación para reflexionar un poco sobre el propio trabajo y darnos cuenta (ésto ya es política, amigos) de, al menos, cinco obviedades:

1º) Que cuando decimos “trabajo”, generalmente nos referimos al “trabajo asalariado”, al que hacemos por pura necesidad y no por gusto.

lunes, 27 de agosto de 2012

LA TRAVESÍA DE LA TRANSMODERNIDAD



Sentirse en el mundo es empresa muy difícil para el individuo aislado en el que nos hemos convertido; más todavía para la comunidad perdida de la que algún día creímos formar parte. A lo más que podemos aspirar es a sentirnos mínimamente orientados en el caos de direcciones que nos van apareciendo en cada cruce de situaciones, a disponer de una cartografía básica en la que poder situarnos en algún lugar, cuando los lugares han dejado de serlo y los territorios no son sino fragmentos inconexos de un mapa global incomprensible para la dimensión humana y para su necesidad vital de concreción territorial, comunitaria por convivencial y tan racional  como abstracta y utópica.

Para ello, necesitaríamos hacer un ejercicio sincrético, que nos permitiera disponer de un mapa local que representara el territorio de nuestra experiencia vital, un mapa en el que nos reconozcamos como individuos con una historia tan personal como local -puro empirismo relacional-, junto con  unas coordenadas teóricas -puro racionalismo científico-, que nos ayudaran a resituarnos respecto de esa líquida representación del territorio-mundo impuesta por el capitalismo tardío y dibujado por éste como un mapa  exclusivamente espacial, único y global mapa de “la realidad”.

domingo, 5 de agosto de 2012

“SUCEDE QUE YA NO VIVIMOS EN UNA ÉPOCA, SINO EN SU PRÓRROGA”

Günter Anders
El título de esta entrada es mi personal reconocimiento  al pensamiento de Gunter Anders, sin duda uno de los mayores pensadores y activistas del siglo XX y una gran referencia para un siglo XXI que sigue marcado por la difuminación de la realidad, adulterada tras el espectáculo de los medios.
Gunter Anders centró su obra en unos pocos asuntos fundamentales: la obsolescencia del ser humano en un mundo en el que el trabajo lo hacen las máquinas, la televisión como producción de la realidad, la imagen como matriz de la verdad, la manipulación genética como promesa de una futura felicidad y, por último, la posibilidad de una planificación técnica del asesinato de miles de seres humanos. Günther Anders ya nos advirtió: “nuestra existencia transcurre no solo bajo la inminencia de una muerte individual, sino de una destrucción planetaria, sucede que ya no vivimos en una época, sino en su prórroga”.