domingo, 27 de marzo de 2011

VOTA EN BLANCO Y QUE SAN GLORIO NOS BENDIGA

VOTA ÚTIL, VOTA EN BLANCO

¿Piensa alguien que los accionistas de la empresa Tres Provincias SA tienen intención de construir una estación de esquí por amor a esta tierra y a sus gentes?, ¿cree alguien que los ecologistas que quieren frenar su proyecto lo hacen para perjudicar a los habitantes de nuestra comarca y robarles su futuro?, ¿hay alguien que piense que los ecologistas  son  unos señoritos  forasteros y que no hay ecologistas viviendo en esta tierra que, además, puedan ser hijos de obreros o campesinos?...Y hablando de ecología, ¿sabe alguien quién tira colchones destrozados, televisores rotos, sillas desmanganilladas, ruedas de coches y tractores, escombros y otra mucha mierda, en lugares más o menos ocultos y a las afueras de nuestros hermosos pueblos?... ¿serán los ecologistas, quizá los turistas, los senderistas?. Y hablando de nuestros pueblos, ¿alguien sabe dónde habitan y quiénes son los que votaron, los que votan y  los que volverán a votar en mayo a favor de los caciques responsables del desgobierno que ha contribuido a despoblar esta tierra?, ¿les habrán votado los ecologistas, los turistas, quizá los senderistas?, ¿sabe la gente de nuestros pueblos que los ecologistas, autóctonos y forasteros, nos sentimos amenazados, sólo por opinar en contra de la estación de esquí, sólo por defender la conservación de los recursos naturales de esta tierra?, ¿saben que en varias ocasiones hemos  sido insultados, que faltó una pequeña chispa para ser agredidos, sólo por opinar diferente?. Y a propósito de insultos, ¿sabe alguien qué opinión tienen sobre la población de la comarca aquellos que nos gobiernan desde Valladolid y desde Palencia, aquellos a los que la mayoría de la población les da su voto casi desde tiempos del Cid Campeador?... Pues yo tuve la oportunidad de escucharlo de sus propios labios, dicho de tapadillo y entre risitas, en la última campaña electoral. Esto es lo que opinan: “¡aquí ganamos las elecciones aunque presentemos a una oveja!”


Produce rabia y tristeza tánta manipulación y chulería por un lado, tánta ignorancia y mansedumbre por otro. ¿Pero es que alguien duda de qué lado está  el  poder?, ¿alguien duda que la estación de  esquí se va a construir en San Glorio, cuando así lo han decidido quienes tienen el poder, quienes cuentan con el beneplácito de los caciques locales y en el mismo paquete, con el beneplácito de una población desorientada y sumisa?...¿es que alguien cree que los ecologistas tienen poder para frenarlo? Razones puede, pero ningún poder, ¡ojalá!... 
Lo que ocurre es que al poder  le viene muy bien explotar  la confrontación entre población local/autóctona y ecologistas/forasteros, hurgando en el viejo y tópico estereotipo de los mozos paletos que se enfrentan a los forasteros que venían a las verbenas “a quedarse con las mozas” de su pueblo.
Tengo claro que todo ésto sucede como resultado de la actual falta de sentido de nuestras sociedades, de la desorientación y crisis generalizada que ha generado el cambio tecnológico que estamos viviendo, como un episodio más en el proceso de empoderamiento del monstruo capitalista que entre todos criamos cada día, con nuestro trabajo, con nuestro consumo, con nuestro voto. Tengo claro que se trata de una crisis que involucra a toda la especie humana, a todos los países, a las ciudades y a los territorios rurales, ¿o es que alguien piensa que sólo ocurren estas desgracias en la Montaña Palentina y que el caos no es generalizado y global?

No voy a lamentarme más. Ya hay demasiada gente dedicada a extender y amplificar el lamento como único, monótono y estéril programa político; con total  desconocimiento de las causas y  a la espera de la pesca azarosa  que suele producirse en los ríos revueltos, según el decir de los refranes populares. En medio de este caos, navegando a la deriva y privados del sentido de la orientación –es decir, sin principios éticos ni sociales-, resulta imposible hacer un diagnóstico, ni siquiera aproximado. Y, mucho menos, formular objetivos a largo plazo. De ahí que de vez en cuando, desprovisto de imaginación y de principios, al poder se le ocurran objetivos tan desacertados como hacer una estación de esquí  cuando se sabe que no es rentable y donde el dinero público sólo va a servir para apoyar el negocio particular de unos cuantos especuladores, con el adorno milonguero  de la creación de empleo. Quienes tengan la cabeza despejada y conozcan el  blanco percal del negocio de la nieve, ya saben el futuro que hay detrás del proyecto de San Glorio: un estupendo negocio a corto plazo para los promotores privados y un pésimo negocio social, a medio y largo plazo, tanto para las arcas públicas -obligadas a la subvención permanentemente-, como para el patrimonio natural y paisajístico del territorio, como para la gente joven que pensaba encontrar un empleo y  tendrá que pelear por miserables contratos de quince días, con suerte dos meses al año. Voy a resumirlo rápida y brevemente: ninguna estación de esquí en las latitudes de la Cordillera Cantábrica ni de los sistemas Central o Ibérico produce beneficios. Se mantienen gracias a la contínua sangría de las subvenciones públicas, sólo son negocio temporal para las constructoras que atrapan las contratas de infraestructuras y para las inmobiliarias que compran suelo a precio de ganga…ya está, amigos y amigas: ¡no hay más negocio que ese!...Bueno,  es verdad que también  este proyecto le sirve al poder político (PPSOE), como cebo electoral y para mantener la cohesión de su clientela.

Entonces, me diréis, ¿qué hacemos?, ¿seguir asistiendo impávidos al desolador espectáculo de la  despoblación, del cierre de casas y comercios?...está claro que no. Y aunque pienso que las verdaderas soluciones son radicales, progresivas y a largo plazo, también creo que tan sólo con usar el sentido común -y, mejor aún, el sentido de “lo común”-, podríamos empezar a cambiar esta fatal inercia que nos conduce poco a poco, pero certeramente, hacia la  miseria física y moral.
De momento, yo he decidido aportar mi granito de arena y voy a darles desde aquí unas pistas gratuitas a los próceres locales y a quienes diseñan los programas electorales. Os ruego se lo hagáis llegar. Se trata de un programa económico básico, basado en sólo unas pocas medidas iniciales, para el aprovechamiento eficiente de nuestras materias primas y de nuestro saber hacer local, un miniprograma electoral organizado en cinco sectores: energético, agropecuario, turístico, industrial y administrativo-financiero. Ahí va.
Programa energético: hay que crear una empresa pública, comarcal, que explote directa y comunitariamente los recursos que son de todos (el agua, el sol, el viento, los bosques)  para la producción energética: hidráulica, solar, eólica y biomasa.
Programa agropecuario: los agricultores y ganaderos de la comarca tienen que transformarse en ecologistas y  la sociedad que disfruta de los beneficios de su trabajo tiene que pagarles un salario ambiental por mantener los espacios y las especies protegidas; la cooperativa de carne de calidad pasará a llamarse “de la Montaña Palentina”, los ganaderos deben participar en ella al margen de banderíos locales, sindicales y políticos, con el único objetivo de elaborar y comercializar inteligentemente un producto cárnico de alta calidad.
Programa turístico: hay que recuperar la estructura organizativa del consorcio turístico de la Montaña Palentina, con el nombre que se quiera, para actuar con un mínimo de coordinación y eficiencia, que nos permita recuperar el tiempo y las energías perdidas, rediseñando y organizando nuevos productos turísticos de calidad, potenciando la imagen de marca  del territorio comarcal, junto a otras marcas transversales que nos permitan llegar a mercados más amplios y lejanos (País Románico, Cordillera Cantábrica) y disponiendo de una estructura eminentemente técnica y económica, verdaderamente autónoma respecto del  desbarajuste y tingladillo turístico-político  de la  Diputación y de la Junta.
Programa industrial: hay que concentrar el desarrollo industrial  en aquello para lo que estamos mejor dotados por disponer de conocimiento y de recursos  y, por tanto, de mejores  oportunidades; por eso, tenemos que centrarnos en producir energía (las que ya he dicho) y alimentos (repostería, quesos y elaborados cárnicos). Tenemos que especializar nuestros polígonos industriales (Guardo, Aguilar de Campoo y Cervera) en esos dos campos, más un tercer sector de innovación tecnológica, también vinculado al conocimiento y los recursos locales, que nos relacione con la modernidad y con una nueva tecnología, social y ecológica , que haga atractivo nuestro territorio; propongo desarrollar el sector de la construcción, crear un modelo constructivo propio, modular e industrial, implementado por tecnologías  energéticas y de bioconstrucción: para construir viviendas y edificios de futuro (ecológicos, sociales, autosuficientes y productivos), integramente producidos aquí, con recursos, inteligencia y trabajo local. Casas y edificios para montar aquí o en cualquier parte del mundo. Con tres  objetivos fundamentales: posicionar a la comarca como territorio innovador y creativo; atraer población joven y emprendedora; y desarrollar una potente industria  local, de alto valor añadido, con  mucha capacidad  de generar empleo. 
Programa administrativo-financiero: hay que constituir una administración comarcal por acuerdo de todos los municipios, organizada en tres distritos municipales (Guardo, Aguilar de Campoo y Cervera de Pisuerga), para  hacer posible  la  autonomía local y gestionar desde el territorio todas las competencias y recursos  propios de la comarca, históricamente enajenados   por la Diputación, la Junta y el Estado; esta medida  irá acompañada por la decisión popular de no meter un duro en ninguna entidad bancaria que no sea local, de la comunidad comarcal, pública y democráticamente controlada, para que podamos garantizar que el capital y ahorro aquí generados estén al servicio de la comarca y de su desarrollo social y económico.
Ya sé que a algunos y algunas les parecerá un programa excesivo; por eso propondré un programa mínimo y alternativo, consistente en una única medida, una simple propuesta  dirigida a mis convecinos de la Montaña Palentina: por favor, en las elecciones de Mayo practicad el voto útil, VOTAD EN BLANCO, con el color de la nieve, bien blanco, democrático y reluciente. Ese sí es un proyecto innovador y colectivo, a corto plazo y al alcance de la mano. Ese sí que sería un voto útil, verdaderamente cívico y político, que removería los cimientos del poder caciquil que en su modorra nos cuenta y nos gobierna como  ovejitas. Eso sí que nos abriría el camino a otro tipo de política más inteligente, democrática y comunitaria...
Que San Glorio nos asista y nos otorgue su bendición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha encantado. Estoy casi al 100% de acuerdo con todo. Quizas porque soy uno de esos forasteros que solo pasa 3 meses al año en Cervera y que se opone a San Glorio. Esa consejera que sufrimos no es consciente que a los forasteros si nos destrozan la bella montaña palentina podemos irnos a otro lado. Pero ?y los locales?? vota no a San Glorio. www.pdsg.es