sábado, 29 de enero de 2011

CONSUMO COLABORATIVO: HACIA UNA ECONOMÍA SOCIAL



Pensar en un mundo mejor implica necesariamente  desear otra economía, verdaderamente sustentable: ecológica e inclusiva. En el camino hacia ese objetivo, estamos emplazados  a ensayar  nuevas y alternativas formas de organización económica que apunten en esa  dirección.  En estos últimos años, coincidiendo con la expansión global de la sociedad de la información y la comunicación, y gracias a las herramientas tecnológicas que la hacen posible, estamos asistiendo a la emergencia de  numerosas iniciativas orientadas hacia esa meta, en muchas partes del mundo. Y una de las más interesantes es el movimiento de consumo colaborativo (co-laborar), que ya en su propio nombre señala el sentido que lo  define. Por estos territorios nuestros hemos hecho algunos  ensayos, como el del Banco de Tiempo Huebra, sobre el diseño de una moneda local y complementaria, la ”huebra”, como unidad de cambio (1 huebra=1 hora de tiempo) en un sistema cerrado de intercambio de bienes y servicios. Y actualmente, está iniciándose un proyecto de “Cesta Verde”, como red local de consumidores de alimentos producidos ecológicamente. Creo que en ámbitos urbanos con mucha población y muy concentrada, son viables los proyectos especializados de actividades económicas alternativas, dedicados al consumo ecológico, a mercadillos de trueque, a compartir  coches, a intercambiar  casas de vacaciones, bancos de tiempo, cooperativas de crédito, etc; pero en zonas rurales, con  población escasa y dispersa, creo que  es más conveniente  organizar  proyectos que reunan distintas actividades, lo más ligadas a la situación específica de los habitantes del  medio rural y creo, además, que cualquier proyecto de este tipo tendría más posibilidades de consolidación si se apoya en redes sociales ya preexistentes en el territorio –grupos y asociaciones- y si  se  diseña un sistema de funcionamiento  con una potente plataforma tecnológica, aprovechando la virtualidad de internet para crear una amplia red territorial y  para realizar una gestión eficiente,  junto con  la planificación de actividades  presenciales, que permitan la generación de conocimiento y lazos personales, como: mercadillos, jornadas de formación, encuentros festivos, conciertos, exposiciones, etc…De ahí que sea tan importante un buen diseño previo, bien fundamentado y lo más ampliamente participado que sea posible. 

Creo que actualmente, proyectos como “Huebra” y la “Cesta Verde”, podrían confluir en una única red social,  que incluyera distintas actividades  -culturales y económicas- alternativas, contando con una potente plataforma tecnológica como herramienta de información, formación, comunicación y gestión. Animo a pensar en ello y a proponer ideas al respecto.
Y  mientras tanto, sugiero echar una ojeada a algunas de las más exitosas iniciativas de  consumo colaborativo que se están desarrollando en la actualidad; los recientes cambios en el panorama económico han provocado la intensificación de las actividades de intercambio que, desde mercados enormes como eBay y Craigslist, a los sectores emergentes, como Zopa, Swaptree  y Zipcar, está alterando los anticuados modos de negocio y están reinventando no sólo lo que consumimos sino, sobre todo,  la manera  en que consumimos. Crecen enormemente en importancia y utilización estas nuevas compañías y organizaciones, que están redefiniendo cómo se intercambian bienes y servicios en áreas tan diversas como las finanzas, los viajes, la agricultura, la tecnología, la educación, la vivienda o el transporte.

Rachel Botsman, es co-autora  del libro Lo que es mío es tuyo: el auge del consumo de colaboración . Ella es una innovadora  social que escribe, consulta, y habla sobre el poder de la colaboración y el intercambio a través de las tecnologías de red, y sobre cómo todo ello va a transformar el modo en que vivimos. Es fundadora de CCLab, una incubadora de innovación que trabaja con nuevas empresas, grandes y pequeñas, y con gobiernos locales, para ofrecer soluciones innovadoras basadas en la idea de consumo colaborativo. Rachel Botsman afirma que  "estamos empezando a experimentar cómo millones de pequeñas contribuciones se pueden acumular para crear un nuevo tipo de riqueza, donde el comercio y la comunidad se encuentran." Para ampliar información  sobre consumo colaborativo, recomiendo ver:

1.Vídeo-conferencia de RAQUEL BOTSMAN traducida al castellano.
Raquel Botsman

2. LANDSHARE es una red social que comparten tierras para el cultivo  ecológico de alimentos.  

3. ZOPA es una plataforma dedicada al préstamo directo de dinero, entre personas, sin bancos ni intermediarios.


4. FREECYCLE  reune a más de ocho millones de personas asociadas y organizadas en cerca de cinco mil grupos locales, dedicados a  reciclar cosas usadas que se intercambian gratuitamente.


5. ZIPCAR es una empresa dedicada a gestionar un sistema de alquiler compartido de coches en ciudades, como alternativa más económica y ecológica a la masiva propiedad individual.

6. AIRBNB es una plataforma que conecta a aquellas personas que tienen un espacio de sobra en su casa  con aquellas que buscan un lugar donde quedarse por un tiempo.

7. UN BANCO DE TIEMPO, para ver  qué son y cómo funcionan estas organizaciones locales de intercambio y autoayuda.



8. ECOGERMEN, una cooperativa con el objetivo de promover la producción y el consumo de productos ecológicos, artesanales y de comercio justo, que en su producción y distribución sean respetuosos con el medio ambiente.




2 comentarios:

Antonin Léonard dijo...

Hola,

Un articulo muy interesante !
Gracias por poner de relieve algunos ejemplos españoles de consumo colaborativo tambien. Seguro hay algunos similares a los Zipcar, Freecycle... pero no solemos conocerlos porque son nuevos. Dede que empecé a estudiar la envergadura del movimiento de consumo colaborativo en Francia, he encontrado a mas de 50 ejemplos de empresas y organizaciones. Es muy importante que estas entiendan que forman parte de un movimiento que va màs allà de su propia actividad creo !

Un saludo,

Antonin

nanin dijo...

Gracias, Antonin, por tus amables palabras. Y por la oportunidad de conocer tu sitio web, que seguiré con atención.
Salud.