viernes, 3 de diciembre de 2010

EN LA INTEMPERIE



Hace unos minutos, según venía para casa, he pillado parte de una interesante conversación que en Radio 1  mantenían Toni Garrido, conductor de uno de mis programas preferidos, ASUNTOS PROPIOS, y  uno de mis cantautores  de cabecera, Luis Eduardo Aute, que presentaba su último disco, titulado INTEMPERIE.  
Aute hacía una reflexión  sobre la crisis actual y sobre el cambio de era  que estamos viviendo; decía  que apenas nos hemos recuperado de la caída del socialismo “real” cuando estamos asistiendo a la caída del capitalismo “irreal”; decía Aute que aquél  sí que era irreal y que éste, el capitalismo, además de irreal es cutre. Completamente de acuerdo. El desmoronamiento de los chiringuitos financieros lo ha hecho bien visible e insoportable.

Pero, amigo Aute, siendo ésto así, creo que no hay que fiarse de las apariencias, creo que la caída del  cutrecapitalismo no va a ser tan fácil y rápida como fue la del “socialismo irreal”, y lo creo por una razón sencilla: el  cutrecapitalismo tiene cimientos mucho más sólidos, sostengo que su fortaleza consiste en que es un sistema  “muy natural”, que se apoya en las leyes de la evolución natural y en esa salvaje ley de la selva que  condena a los individuos a competir con el resto, que da rienda suelta a su instinto individualista/depredador y que, a la postre, conduce  a la desaparición cíclica y selectiva de las especies. Esta “naturalidad” del  individualismo es la gran palanca que sostiene al sistema  capitalista, su gran poder; y  de ahí su éxito.
En las páginas de Público leí una entrevista que le hacían a un economista al comienzo de la crisis -creo que a finales del 2008-, en la que éste afirmaba que “el problema no es el capitalismo en sí, sino el capitalismo en mí”. Esa frase me pareció genial, es la expresión clarísima de la  gran fortaleza del capitalismo, esa bestia que nos penetra, que nos habita  y  nos metamorfosea  naturalmente, con la lógica cutre del  pensamiento único, ¡y de forma tan natural! Y es que  lo natural es ecologista, superliberal y megaguay, ossea…
Y enfrente debería estar el socialismo, de momento sólo una esperanza muy debilitada, una  opción  ética y  “antinatural” que opta por la igualdad y la fraternidad, por la  colaboración y el poder distribuido (eso de la democracia), …por valores tan hábilmente suplantados y desprestigiados por el pensamiento único.
La  crisis actual puede hacernos pensar que la decadencia  del capitalismo es tan inminente como obvia. Hasta Bush lo  dijo: “he suspendido las reglas del mercado para salvar al mercado", que es lo mismo que  afirmar que el mercado es incompatible  incluso con sus propias reglas. Hasta ese punto es cutre el capitalismo, amigo Aute. Pero no subestimemos  su poder. De momento, esta ronda la  paga el común, la ciudadanía. De momento, estamos bien jodidos, buscando cartones por las calles, en la  INTEMPERIE más absoluta .

 Luis Eduardo Aute
Toni Garrido

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