miércoles, 10 de junio de 2015

REALISMO Y UNIDAD POPULAR



"...Para que el poder actualmente concentrado en el Ayuntamiento pase a estar directamente en manos de la ciudadanía local, a través de Asambleas Populares que designan portavoces revocables y con mandatos específicos y que pueden establecer Confederaciones si resulta conveniente"...ésto afirma Blai Dalmau en un generoso esfuerzo de optimismo acerca de las candidaturas de unidad popular. Me gustaría sumarme a ese optimismo pero, en su generalidad, estas iniciativas adolecen de una práctica real de la democracia directa, son sólo "manifestaciones" de indignación frente a las corruptelas del sistema de partidos, no tienen detrás una experiencia de autogestión social y económica que las sitúe como verdadero contrapoder municipal o, al menos, como anticipo de la democracia integral que sería necesaria en el camino del autogobierno comunal (o municipal). 

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