miércoles, 29 de octubre de 2014

SIN DEMOS (PUEBLO) NO PODEMOS


Podemos es un signo de nuestro tiempo, un simulacro de insurgencia popular creado desde la lógica postmoderna de la hiperrealidad. Hoy la realidad subyacente es el irresuelto combate entre el Demos ( la comunidad de individuos libres e iguales que se llama a sí misma Pueblo soberano)  y  el artefacto estatal-capitalista, el mismo al que viene a rescatar Podemos, partido político recién constituido como sucedáneo del Demos y que, por tanto, es cosa distinta al Pueblo. El antagonismo real sólo puede producirse entre  el Pueblo  y  su oponente, el Estado/Mercado. El Demos  no  puede ser sustituido por  una comunidad ficticia, la ciudadanía, obra del aparato estatal, a partir de sus propias reglas amañadas. La forma de organización de la convivencia que  es propia del Pueblo -el autogobierno, la democracia- tampoco puede ser sustituida por una falsificación de la misma, como lo es cualquier otra forma no democrática.   La corrupción que hoy escandaliza es sólo un síntoma de la corrupción mayor que es su causa, del propio sistema corrupto fundamentado en la dominación de los seres humanos.  Y lo que va a hacer Podemos es atacar al síntoma para fortalecer su causa, al estado de corrupción original que hoy es el sistema Estado-Mercado, contribuyendo así  a su reproducción y perpetuación.

martes, 21 de octubre de 2014

LOS HUMANISMOS

Posthumanismo. Escultura de Bogdan Rata


Pudiera ser que este vertiginoso suceder de la política, que nos provoca una continua opinión y posicionamiento sobre cada noticia, nos haga perder de vista lo general y nos lleve a una falsa comprensión de la realidad, como una maraña de árboles sueltos e inconexos que brotan del suelo a cada instante ocupando nuestra atención en lo inmediato e impidiéndonos ver la magnitud integral del paisaje, del mundo en que vivimos. Si así fuera, parece necesario detenerse un momento a cada poco, para tomar perspectiva e intentar comprender el porqué de lo que sucede, más allá de su descripción mediática, escapando a la dinámica de acción-reacción a que nos han acostumbrado los medios de comunicación. De no hacerlo, seríamos objeto de esa exitosa estrategia de domesticación que nos atrapa en lo superficial y nos oculta el conocimiento de lo esencial. Pudiera ser, entonces, que el conocimiento surgido de la reflexión personal y colectiva, sólo pudiera fundamentarse en la experiencia vital y nunca en un relato retransmitido por escrito y por los nuevos medios de domesticación...tengo mis dudas y también la certeza de que, en todo caso, es un conocimiento no abordable desde un blog, un twit o un comentario en el facebook. 

lunes, 6 de octubre de 2014

PASTORES, PERROS Y OVEJAS



Cuando se sustituye la realidad por su representación, la percepción de la misma se hace ambígua y confusa, estamos entonces en la sociedad del espectáculo, fundada en una patología que conocemos por paranoia. Consiste ésta en proyectar hacia el exterior -el mundo, los demás- las frustraciones y fantasías que no podemos explicar, las que nos resultan insoportables en nosotros mismos. El pensamiento paranoide es, pues, patológico, totalitario e incorregible, desprecia a priori todo otro pensamiento posible, sólo atiende a los datos que puedan confirmar su prejuicio de partida, su intención es rígida y unívoca, va exclusivamente dirigida a convertir ese prejuicio en convicción, quiere institucionalizar el espectáculo -la representación-, quiere normalizar la paranoia.