viernes, 29 de marzo de 2013

UNOS APUNTES SOBRE LA REVOLUCIÓN INTEGRAL



Concibo la revolución integral como un proceso global de transformación radical de la vida humana en sociedad y con intención pacífica, orientado a sustituir la hegemonía del actual regimen dominante -al que llamamos Capitalismo, orientado hacia la destrucción de los recursos naturales para la satisfacción insolidaria del interés individual-, por la hegemonía de un nuevo regimen, al que llamamos Democracia, orientado a restaurar el equilibrio de la naturaleza y a lograr la satisfacción solidaria de las necesidades humanas en condiciones de verdadera libertad e igualdad.
El regimen democrático se funda sobre la experiencia histórica, corregida en sus errores e imperfecciones mediante la inteligencia y la responsabilidad que se derivan del efectivo ejercicio de la soberanía individual y colectiva, imposibles en el regimen dominante actual, erróneamente denominado “democracia” liberal.

Siendo la felicidad un objetivo individual, sí es objetivo del regimen democrático crear las condiciones de vida en sociedad que sitúen dicho objetivo al alcance de cada individuo.
El regimen democrático tiene en común con el capitalista que ambos son totalitarios, en el sentido de que ambos son incompatibles entre sí. Sus diferencias son radicales: a) la Democracia es un regimen inclusivo, que se propone incluir a todos los seres humanos en el beneficio igualitario del uso y disfrute de los bienes comunes, mientras que el Capitalismo es exclusivo, porque excluye de esos beneficios a la mayor parte de los seres humanos, que de ese modo ven su vida sometida a la dependencia de ese poder minoritario; b) la Democracia es un regimen integral porque con excepción del ámbito privado, que corresponde a cada persona y a su propia moral, integra todos los ámbitos de la vida pública (ecológico, social, cultural, económico y político), mientras que el Capitalismo compartimenta y aisla estos ámbitos, para preservar la situación de dominio de la minoría que concentra el poder de la propiedad, lo que favorece su dominio en el resto de los ámbitos de la vida, tanto pública como privada; c) la Democracia es un regimen de gobiernohorizontal y autoconstituido por voluntad soberana y directa de los miembros de cada comunidad y que, por tanto, niega toda representación, intermediación y jerarquía en el ejercicio de dicha voluntad soberana, mientras que el Capitalismo es un regimen de gobierno vertical, constituido por voluntad y poder de uno o más individuos, o por suplantación de la voluntad soberana mediante el artilugio parlamentario y el establecimiento de una comunidad ficticia a la que se denomina “Nación” y su instrumento coercitivo correspoondiente, el Estado, siempre al servicio de la concentración del poder en manos de minorías.
Denomino “Proyecto Democracia” al programa de transición al regimen democrático, fundamentado en los principios, valores y objetivos generales anteriormente expresados.
Considero que es sujeto de la Democracia quien tiene el poder de decidir, es decir, la soberanía. Por tanto, en el regimen democrático es sujeto soberano cada individuo/social que, libre y conscientemente, ejerce su autonomía personal en el ámbito de la comunidad local en la que habita, así como en las comunidades globales o multitudes en las que pudiera formar parte, tanto física como virtualmente.
El objeto o materia de la Democracia es el Procomún, lo que genera la existencia de la comunidad por pertenecer en “común” y por igual a todos los individuos que forman parte de la misma. Pudiendo tener naturaleza material o inmaterial, en ningún caso los bienes derivados del procomún pueden estar asociados a un derecho de propiedad (1), sino a un derecho de uso y disfrute de los mismos, que sólo puede otorgar la comunidad a quien pertenece el procomún de que se trate. En el regimen democrático, el gobierno es una tarea comunitaria, propia de la Asamblea, que consiste en administrar el derecho de uso del procomún, lo que implica tomar decisiones acerca del acceso y distribución de los bienes comunitarios en condiciones de igualdad.
Llamamos Asamblea a la institución inclusiva, libre y conscientemente constituida por todos los miembros de la comunidad para la toma asociada y solidaria de decisiones soberanas acerca del Procomún. Por tanto, la Asamblea es la institución comunitaria y democrática por excelencia, en la que los individuos que forman parte de una comunidad ejercen su autonomía individual, federando su poder de decisión (soberanía) con el de los demás miembros de la comunidad.
Toda Comunidad democrática, sea presencial o virtual, local o global, se autoconstituye por voluntad soberana de sus miembros y tiene por objeto el gobierno de los bienes del procomún (material o inmaterial) correspondientes a su ámbito espacial (local o global). La comunidad política por excelencia es la local, constituida por todos los individuos que habitan un mismo espacio territorial, con recursos materiales y humanos suficientes para atender las necesidades individuales y colectivas en el modo más autosuficiente posible, en cooperación federada y solidaria con otras comunidades locales a escala regional, nacional e internacional. La comunidad local permite la proximidad física en las relaciones entre los miembros de la comunidad en todos los ámbitos de la vida pública, así como la gestión directa, autónoma y solidaria de los bienes naturales existentes en el territorio como los producidos en ese espacio geográfico por sus pobladores.
El procomún material más universal es el planeta Tierra, que pertenece a la comunidad formada por todos los individuos cuya vida es posible gracias a los bienes naturales existentes en el planeta, es decir, a todos los seres vivos. Sabemos que sólo una parte de esa comunidad tiene consciencia de sí misma y del conjunto de la vida y sabemos que esa parte es la sociedad humana; es, por tanto, a la comunidad humana a quien corresponde el poder y la responsabilidad de administrar los recursos de la Tierra que hacen posible la existencia del conjunto de la vida. Siendo imposible una asamblea humana de ámbito universal que administrara el procomún natural, dicho poder y la responsabilidad asociada le corresponde ejercerlo a cada comunidad local en su ámbito territorial, solidariamente con el resto de comunidades locales de nuestro habitat común, el planeta Tierra.
Junto con el planeta Tierra, el Conocimiento forma parte del procomún universal, si bien de naturaleza inmaterial. Al igual que el procomún material universal, sus bienes pertenecen a la comunidad global y, por tanto, el beneficio de los mismos como la responsabilidad de su justa administración corresponde al conjunto de la sociedad humana y no pueden ser expropiados en beneficio de individuo o colectivo alguno. La Democracia forma parte principal del conocimiento humano y, por tanto, pertenece al procomún universal.
La revolución integral es urgente porque el regimen actual ha alcanzado un nivel autodestructivo que, además de impedir de modo irracional la convivencialidad humana, pone en riesgo la supervivencia de nuestra especie como del conjunto de especies que pueblan la Tierra. Es urgente, por tanto, que quienes sean conscientes de esa necesidad universal, nos organicemos y que planifiquemos bien este proceso de transición al regimen de Democracia al que nos referimos  como revolución integral.
Una posible relación de tareas urgentes podría ser:
1. Organizarnos para la comunicación (2). Para ello, habría que crear una plataforma tecnológica, como herramienta de comunicación abierta, en la que podamos deliberar a escala local y global sobre las estrategias para la transición revolucionaria a la Democracia. Un modelo posible es el de una red social de código abierto, del tipo N-1. Esta plataforma debería complementarse con un medio de comunicación autogestionado y de máxima difusión.
2. Organizarnos para la constitución de Asambleas de Transición en al ámbito local (barrios, poblaciones, ciudades y comarcas), en las que integrar todas las acciones, tanto de confrontación como de construcción alternativa, que permitan anticipar la Democracia.
3. Organizarnos para, a partir de las asambleas de transición, crear espacios de contrapoder asambleario en al ámbito local y municipal, que abran la posibilidad de una fase constituyente de Asambleas Comunitarias soberanas. No sólo hay que descartar toda participación en procesos electorales de ámbito superior al municipal, sino que hay que promover activamente su boicot masivo.
4. Debatir, definir y comunicar en modo muy conciso, claro y simple, cuáles son los principios, valores y objetivos generales de la revolución integral, expresados en un Pacto de los Comunes para la Transición a la Democracia. Este pacto debe delimitar nítidamente la significación democrática y, por tanto, anticapitalista, del movimiento de transición revolucionaria, marcando claramente la diferencia respecto de los movimientos, sindicatos y partidos reformistas. Para ello, es fundamental establecer el posicionamiento respecto de las instituciones estructurales del sistema capitalista: la propiedad privada, el trabajo asalariado, la economía de mercado, el estado y la democracia representativa.
5. Debatir, definir y comunicar una estrategia general de resistencia y confrontación frente a la crisis sistémica del capitalismo, vinculándola al Pacto de los Comunes y enmarcada en el proceso de transición revolucionaria, cuyas líneas de acción más significativas podrían ser, entre otras:
-Toda acción debe tener una clara significación de avance en en el proceso de transición revolucionaria a la democracia.
-Apoyar y promover iniciativas sociales de autoayuda entre la gente más debilitada por la crisis.
-Apoyar y promover toda iniciativa social dirigida a la relocalización de la economía (redes locales de productores y consumidores, fortalecimiento de la producción local y ecológica como del comercio local, monedas sociales, etc).
- Apoyar y promover toda iniciativa social dirigida a crear espacios de recuperación y autogestión del procomún (recursos naturales, medios de producción y bienes del conocimiento).
-Apoyar y promover toda innovación científica y tecnológica orientada a su accesibilidad, apropiación y autonomía por las comunidades locales, especialmente las innovaciones enfocadas en la solución de necesidades básicas de la población local (autonomía productiva, soberanía alimentaria, vivienda, salud, cultura, educación, etc)
-Apoyar y promover toda iniciativa social de participación política directa, sin intermediación de sindicatos o partidos políticos y de clara significación democrática y anticapitalista.
-Participar, con voz e imagen propia, en acciones de confrontación y resistencia que, aún siendo promovidas por movimientos sociales, sindicatos o partidos reformistas, tengan una significación nítidamente democrática y anticapitalista.
Notas:
(1) En el regimen democrático, el derecho de propiedad sólo puede ser un derecho privado, exclusivamente asociado a aquello que es “propio” de un individuo, es decir, a aquello que es producido individualmente y al margen del procomún.
(2) Sugiero mejorar la comunicación del movimiento, denominándolo “Revolución Democrática” y a su programa  el “Proyecto Democracia”.

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